UNA POBLACIÓN SANA DEPENDE DE SISTEMAS ALIMENTARIOS SALUDABLES
Hoy, 16 de octubre, la FAO celebra el Día Mundial de la Alimentación. Este año, el tema central son los sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición.
De acuerdo con la FAO, la MALNUTRICIÓN impone en la actualidad, altos costes a la sociedad que se manifiestan de maneras muy diferentes:
- 2000 millones de personas en todo el mundo presentan carencias de vitaminas y minerales esenciales para la salud.
- Uno de cada cuatro niños menores de 5 años sufre retraso del crecimiento pol malnutrición y por desnutrición; esto significa que 165 millones de niños nunca alcanzan todo su potencial físico y cognitivo.
- Unos 1400 millones de personas en todo el mundo tienen sobrepeso; un tercio de ellas son obesas y padecen o corren el riesgo de padecer diabetes, cardiopatías coronarias y vasculares, así como otros problemas crónicos de salud.
Además, distintos tipos de malnutrición pueden coexistir en un mismo país, en un mismo hogar, incluso en un mismo individuo. Una dieta sana debe basarse tanto en la calidad de los alimentos que consumimos como en la cantidad, de manera que la energía proporcionada por la dieta debe ser suficiente pero no excesiva, y debe adecuarse al nivel de actividad de cada persona.
Os propongo que miréis este video y lo entenderéis:
IMPORTANCIA DE LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS
Un sistema alimentario está formado por las personas, el entorno, las instituciones y todos los procesos por los cuales los alimentos se producen, elaboran y llegan hasta el consumidor, ya sean productos agrícolas, de ganadería o de la pesca. Las características de un sistema alimentario influyen en la disponibilidad y accesibilidad final de alimentos variados y nutritivos y, por tanto, en la capacidad del consumidor de elegir dietas más o menos saludable.
Actualmente, las políticas e intervenciones relacionadas con los sistemas alimentarios rara vez se diseñan con la nutrición como objetivo principal. Sin embargo, me gustaría destacar tres ejemplos que demuestran que cuando se integran consideraciones nutricionales, ambientales y de género en un sistema alimentario se obtienen mejores resultados:
- Agricultura V-A-C. Se trata de un modelo vietnamita de sistema alimentario sostenible que aprovecha la tradición y la refuerza con la tecnología y una combinación adecuada de políticas. Este sistema evita el desperdicio de alimentos al integrar acuicultura, cría de ganado y cultivo de frutas y verduras, todo en la misma explotación. Este modelo ha logrado garantizar una alimentación suficiente y sana a los campesinos de Viet Nam al mismo tiempo que les genera ingresos y permite producir alimentos para las ciudades en crecimiento.
- Mejora de la fertilidad del suelo en India: Fertilización equilibrada. Esta medida aumenta tanto la sostenibilidad de la producción agrícola como el contenido nutricional de los cultivos. en algunos estados de India, este modelo hizo aumentar el rendimiento del suelo entre un 20 y un 80% al utilizar fertilizantes orgánicos o inorgánicos con concentraciones equilibradas de nitrógeno, fósforo y potasio, y entre un 70 y un 120% adicional al añadir otros elementos nutrientes. Esta práctica puede reducir el área de tierra necesaria para producir cultivos básicos y, por tanto, aumentar la sostenibilidad del sistema agrícola.
- Aprovechamiento del ganado caprino en Etiopía. la ingesta de micronutrientes puede incrementarse en algunas comunidades mediante el fortalecimiento de la ganadería. Bajo esta premisa se creó el proyecto FARM-África para el desarrollo de productos lácteos prodcedentes del ganado caprino en Etiopía. Este proyecto se basa en aumentar el consumo de leche y los ingresos mediante el incremento de la productividad de las cabras locales gestionadas por las mujeres, a través de una combinación de mejoras técnicas de gestión y de mejoras genéticas en el ganado. Esta intervención produjo una mejora considerable en el estado nutricional y bienestar de las familias.
De todo ello podemos aprender que:
– Toda la comida llega a nosotros a través de sistemas alimentarios locales, globales o una mezcla de ambos.
– Nosotros mismos somos parte de nuestro sistema alimentario. Reconociendo esto podremos adoptar un papel positivo aprendiendo sobre nutrición, educando a nuestros niños y desperdiciando menos comida.
– Un sistema alimentario está formado por gente y por lo que esta gente hace con los alimentos para nutrir su cuerpo y su mente. No en balde se dice que «somos lo que comemos».
FUENTES:
- http://www.fao.org
- Informe de las Naciones Unidas «Child and Adolescent Health and Developement. Progress report» 2006.
- Kracht, U.; Schultz, M. (eds) (1999). Food Security and Nutrition: The Global Challenge. Nueva York: St. Martin’s Press.