Es época de gripe, sin duda. El frío de estos meses y el estrés acumulado pueden debilitar nuestro sistema inmune ante tal “bicho malo” como es el de la gripe. Los antibióticos NO nos la van a curar. Si no te lo crees, puedes leer este post donde te lo explicamos de forma muy simple. Podemos prevenir el contagio fortaleciendo nuestras defensas, tal y como comentamos en este artículo o en este otro.
Pero si ya estamos convalecientes, lo mejor será que nos quedemos en casa y nos cuidemos. Aquí tenéis 10 alimentos ideales para reconfortarnos cuando tenemos gripe o un simple resfriado.
Es cierto que cuando estamos enfermos perdemos el apetito. Sin embargo es muy importante que comamos, aunque sea en pequeñas cantidades, para recuperarnos más rápida y eficazmente. Aquí tenéis 10 alimentos que resultan ideales para reconfortarnos cuando tenemos la gripe:
JUGO VEGETAL: Hacer y comer una ensalada cuando estás con gripe puede ser una de las cosas que menos nos apetezca. Sin embargo, presionar el botón de la licuadora durante 1 o 2 minutos para preparar un sabroso jugo de verduras puede resultar algo más fácil. Con ello, nos aseguraremos una buena dosis de antioxidantes y una adecuada hidratación. Prueba con alguno de éstos.
- ZUMO DE FRUTAS NATURAL: Si lo que te apetece es algo dulce pero ligero, te recomendamos que prepares un zumo de frutas 100% natural. Aquí tienes algunos ejemplos cargaditos de antioxidantes.
SOPA O CALDO DE POLLO Y VERDURAS: Nutritivos e hidratantes, los caldos y sopas de pollo son ideales durante la convalecencia en casi cualquier enfermedad. Según algunos estudios, los caldos y sopas de pollo calientes podrían tener una moderada actividad antiinflamatoria.
TOSTADAS: Aunque nos pueda parecer una comida muy básica, no conviene ignorarlas. Cuando perdemos el apetito por enfermedad, el pan puede resultar un alimento idóneo, mucho más si es integral, con un poquito de aceite de oliva y un poco de queso, tomate, lo que os apetezca, vamos. También hacen buena pareja con una buena taza de caldo o sopa bien caliente.
- PLÁTANO: Entero, a rodajas o en puré, los plátanos y las bananas son fáciles de digerir y muy nutritivos. Son idóneos cuando la gripe trae consigo síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea, muy frecuentes en niños. Los plátanos, el arroz y las tostadas suelen ser los primeros alimentos que los médicos recomiendan introducir cuando el estómago vuelve a estar listo para digerir alimentos sólidos.
FRUTOS ROJOS: Bayas de saúco, arándanos, moras, zarzamoras, etc., son frutos ricos en antioxidantes, que tomados frescos nos pueden ser de gran ayuda para una más rápida recuperación.
TÉ: Verde, rojo o negro, el té ofrece una gran cantidad de sustancias antioxidantes ideales para combatir la gripe y otras enfermedades. Inspirar el vapor del té caliente también puede ayudar a aliviar la congestión nasal. Si añadimos al té media cucharadita de miel y un chorrito de jugo de limón, hidrataremos además la garganta irritada. Y si te preocupa la cafeína, puedes optar por los tés descafeinados u otro tipo de infusión.
GENGIBRE: ¿La gripe te provoca náuseas o dolor de estómago? El jengibre es uno de los mejores remedios caseros para combatir estos síntomas por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. Prueba a tomar un ginger ale casero y sin azúcar, o añade un poco de ralladura de esta raíz fresca a tus caldos, sopas, guisos, etc.
- AJO: Es uno de los mejores potenciadores de nuestras defensas gracias a sus propiedades antibacterianas y estimulantes del sistema inmune; además, es también adecuado para combatir la congestión nasal. Tómalo en crudo, cocinado o añadido como especia a tus comidas.
HELADOS tipo POLO: La gripe no sólo afecta durante los meses fríos del año. Por eso, durante la época estival, los llamados “polos” pueden ayudar a suavizar la garganta irritada, inflamada y/o seca. Además puede ayudar a mantenernos hidratados, lo cual es la clave para fluidificar el moco y aliviar la congestión. La mejor opción serán los “polos” hechos con zumo de frutas 100% naturales, para asegurar además una dosis adecuada de nutrientes y un bajo consumo de azúcares.
