¿QUÉ ES LA MENOPAUSIA?

La menopausia es un proceso fisiológico que se ha convertido en causa de vergüenza y recogimiento para muchas mujeres, a quienes los síntomas les impiden disfrutar de esta etapa de su vida tan importante física y emocionalmente.Hay que distinguir entre el climaterio y la menopausia. El climaterio es el periodo de transición que comprende desde que comienza a establecerse la pérdida de la función reproductiva hasta la senectud. Puede durar entre 25 y 35 años. La menopausia es el período que termina la fase reproductiva de la mujer, es el momento en que termina la menstruación. Con el tiempo, los ovarios pierden gradualmente la habilidad de producir estrógeno y progesterona, hormonas que regulan el ciclo menstrual. Como la producción de estrógeno disminuye, la ovulación y menstruación ocurren menos a menudo hasta que eventualmente se detienen.

Entre los signos y síntomas más frecuentes de la menopausia encontramos:

• Pérdida de la regularidad de la menstruación
• Sofocos y sudoraciones
• Trastornos del sueño, favorecidos por los sofocos
• Alteraciones en el estado de ánimo: disminución de la energía, cansancio, abatimiento, ansiedad, irritabilidad, agresividad…
• Sequedad vaginal, provocada por la disminución de los estrógenos
• Pérdida de la líbido
• Cambios en la estructura de la piel, que pueden dar lugar a descamaciones o eczemas
• Cambios en la constitución corporal: aumento de la cintura, pérdida de masa muscular y aumento del tejido adiposo

A largo plazo, podemos encontrarnos con problemas óseos, enfermedades cardiovasculares,  obesidad, diabetes o hipertensión, debido a que los estrógenos ejercen un papel protector frente a dichas enfermedades y su pérdida incrementa el riesgo de padecerlas. Además, la pérdida estrogénica produce una mayor actividad osteoclástica (células que remodelan los huesos) y aumenta las pérdidas urinarias de calcio.

¿CÓMO PODEMOS EVITAR O PALIAR LOS EFECTOS DE LA MENOPAUSIA?

La alimentación de la mujer climatérica debe ser equilibrada y adaptada de manera que el aporte energético se reduzca en un 5% aproximadamente, ya que podría producirse un aumento de peso que, junto con el cambio hormonal, conllevaría al sobrepeso u obesidad.

• La vitamina D es muy importante en esta etapa puesto que facilita la absorción del calcio. Esta vitamina liposoluble stá presente de forma natural en productos lácteos, pero se elimina durante el proceso de elaboración de los desnatados. Por tanto, debemos optar por lácteos desnatados que estén enriquecidos con esta vitamina.

Otra manera de obtener vitamina D es a partir de la luz solar, siendo aconsejable caminar una media hora al día en invierno para obtener toda la vitamina D necesaria para que el organismo la sintetice y, unos 10-15minutos en verano. Cuidado con los suplementos ya que es una vitamina liposoluble, es decir, se acumulan y pueden ser tóxicas.

• Se ha observado la influencia de la vitamina C sobre la salud ósea, ya que esta vitamina es necesaria para la producción de colágeno en el tejido conjuntivo. La encontraremos en todo tipo de frutas y verduras pero abunda más en cítricos como la piña, kiwi, naranjas, mandarinas y pomelos y en alimentos como el tomate y los pimientos, sobre todo el rojo y en crudo.

• La vitamina K facilita la carboxilación de proteínas de la matriz ósea. La encontramos en alimentos como las hortalizas de hoja verde (col, espinaca, nabos, col rizada, acelgas, perejil, lechuga), verduras como coles de bruselas, brócoli, coliflor y repollo o también en proteínas de origen animal como los pescados, el hígado, carne de res, huevos y cereales integrales, aunque en menor cantidad.

• Calcio es el aporte más determinante para este grupo de población puesto que puede prevenir la aparición de osteoporosis. El consumo diario de lácteos, legumbres, verduras de hojas verdes y pescado con espinas, asegura un aporte adecuado de este mineral. La cantidad diaria recomendada de lácteos en la población general es de 2 raciones.

 1 ración de lácteos equivale a un vaso de leche (200 ml) o 2 yogures desnatados

Existen otros factores nutricionales que se han relacionado con la osteoporosis:

• Cafeína: incrementa la eliminación de calcio a nivel urinario
• Alcohol y tabaco: acelera el metabolismo de los estrógenos
• Dieta rica en sodio: favorece la eliminación de calcio a nivel urinario

¿Y QUE HAY DE LA SOJA?

Los débiles efectos estrogénicos de las isoflavonas de soja, semejantes estructuralmente a los estrógenos de la mujer, suponen un efecto similar en el incremento de la densidad mineral del hueso pudiendo reducir potencialmente el riesgo de osteoporosis.

Hay estudios que relacionan el consumo de soja con una disminución del colesterol, mejora en la dilatación de las arterias, reducción del riesgo de cáncer de mama y de útero, así como disminución de los sofocos y mejora de la sequedad vaginal. Pero no hay una conclusión científica al respecto, por lo que sólo podemos aconsejar un consumo moderado de soja si para la mujer en cuestión representa un bebeficio individual y personal.

BIBLIOGRAFÍA

• Libro de la salud del Hospital Clínic de Barcelona y de la Fundación BBVA. Bilbao: Ed. Fundación BBVA
• Osteoporosis y menopausia. Madrid. Ed. Panamericana
• Alimentación Saludable y Climaterio.  Consellería de Sanidad.
• http://www.aeem.es

IMAGEN:

• www.dfarmacia.com

Cintia Segura Alberola
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética