Prevención del Riesgo Cardiovascular

2021-02-22T13:34:52+01:0014 marzo 2014|Atención Farmacéutica|

 

Hoy, Día para la Prevención del Riesgo Cardiovascular (RCV), queremos aportar nuestro particular granito de arena para conseguir acercarnos más a su principal objetivo: sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Y lo haremos dando unas pequeñas pinceladas a los conceptos de Riesgo Cardiovascular y Enfermedad Cardiovascular.

Según la OMS, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en los países desarrollados. En España, aun siendo uno de los países con menor mortalidad por este tipo de enfermedades, éstas continúan siendo la primera causa de muerte.

Qué es la enfermedad cardiovascular

El término de Enfermedad Cardiovascular es un concepto que utilizamos para referirnos a un conjunto de patologías diversas, con diferentes causas y manifestaciones clínicas (signos y síntomas). De acuerdo con la décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE-X), como enfermedades cardiovasculares se consideran, entre otras:

  • Hipertensiónenfermedades-cardiacas
  • Eclampsia (hipertensión durante el embarazo)
  • Hiperlipemia (hiperlipidemia, hipercolesterolemia)

 

  • Cardiopatía isquémica (infarto de miocardio, angina de pecho)
  • Enfermedad cardiopulmonar
  • Arritmias
  • Insuficiencia cardíaca
  • Enfermedades cerebrovasculares (hemorragia, derrame, embolia, trombosis, apoplejía cerebral e ictus)
  • Aterosclerosis
  • Tromboflebitis

Algunas de estas enfermedades constituyen, por si mismas, factores de riesgo de otras enfermedades cardiovasculares incluidas en el listado anterior. Hablamos concretamente de la hipertensión y de las hiperlipemias, que junto con el consumo de tabaco y alcohol representan los cuatro factores de riesgo cardiovascular modificables más importantes. (Ojo! Fijaos que he dicho «modificables», es decir que los podemos cambiar cuando queramos – decisión personal e individual).

Factores de riesgo cardiovascular

Los factores que inciden en la aparición y evolución de las enfermedades cardiovasculares (y cerebrovasculares también) son varios. Además de los mencionados anteriormente, el sedentarismo, el estrés y la obesidad son factores de riesgo característicos de las sociedades más desarrolladas. La modificación de estos hábitos de vida por otros más saludables puede ayudar a reducir la incidencia de enfermedad cardiovascular significativamente.

 Qué es el riesgo Cardiovascular

El RCV establece la probabilidad de presentar un episodio cardiovascular en determinado período de tiempo, generalmente 5 o 10 años. Por episodio cardiovascular se entiende una cardiopatía isquémica o una enfermedad cerebrovascular.

Riesgo Cardiovascular Alto, Moderado y Bajo

Para poder clasificar a los pacientes según su RCV es necesario que el paciente haya sido diagnosticado con alguna de las enfermedades anteriormente citadas y que, además, esté en tratamiento farmacológico antihipertensivo e hipolipemiante. Se considera:

  • RCV Alto ≥ 20% a los 10 años → estos pacientes requieren intervención sanitaria intensiva e inmediata, que consiste en iniciar el tratamiento farmacológico antihipertensivo e hipolimemiante (para reducir la presión arterial y las grasas circulantes en la sangre).
  • RCV Moderado < 20% y > 10% a los 10 años → son pacientes con factor de riesgo elevado, a veces fumadores, con hipertensión, colesterol alto y posible diabetes. Estos pacientes requieren una vigilancia especial para comprobar la evolución de su RCV y un tratamiento basado en medidas dietéticas y cambios en su estilo de vida.
  • RCV Bajo < 10% a los 10 años → aunque no requieran intervención ni tratamiento farmacológico, en estos pacientes es necesario aplicar como medida de prevención la promoción de la salud a través de la motivación y la educación nutricional.

Abordaje nutricional y cambios en el estilo de vida

comer_sano6Una vez instaurada la enfermedad cardiovascular, el hecho de seguir una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio físico mloderado con regularidad forman parte indispensable del tratamiento global de estas enfermedades, consiguiendo un mejor control de los síntomas y una mayor eficacia farmacoterapéutica.

Las medidas que proponemos son las siguientes:

  • Disminuir el consumo de sal, no sólo la que añadimos cuando cocinamos, sino también -y más importante- la contenida en alimentos preparados, aperitivos, etc.
  • Evitar el consumo de alcohol, cuanto más mejor.
  • Dejar de fumar.
  • Reducir el peso corporal y el perímetro abdominal. Para conseguirlo deberemos intervenir a nivel dietético:
    • Reduciendo la ingesta de grasas saturadas y grasas trans, contenidas en alimentos procesados, mantequillas, margarinas, aceite de coco, de palma, bollería, pastelería, repostería, leche entera, quesos curados, etc.
    • Incrementando la proporción de «grasas saludables» en la dieta. Hablamos de grasas mono- y poliinsaturadas (omega-3, omega-6, omega-9), que encontramos en el aceite de oliva, semillas y sus aceites (como pipas de girasol, de calabaza, lino y sésamo), aguacates, pescado azul, frutos secos (como las nueces), cereales integrales (como la avena), la soja y sus derivados (como el tofu y el tempeh).
    • Reduciendo el contenido total de grasas en la dieta. En general, las grasas que consumimos a través de los alimentos no deben aportar más de un 30% de la energía total de nuestra dieta. Existe una clara correlación entre la cantidad de grasas consumidas en la dieta y la cantidad de grasa circulante en la sangre, traducida en clínica como colesterol total y LDL («colesterol malo»). Las grasas de la dieta elevan estos dos parámetros. Sin embargo, el nivel en que esto ocurre depende de la susceptibilidad genética de cada persona. Es decir, hay personas en las que el aporte de grasas dietético afecta sus niveles de colesterol sanguíneo, y hay personas a las que no les afecta. Pero esto no significa que no debamos seguir las recomendaciones para una alimentación saludable.
    • Aumentar el consumo de fibra soluble y el contenido en antioxidantes de la dieta, básicamente, mediante el incremento del consumo diario de frutas y verduras (una parte de ellas, en crudo), cereales integrales, legumbres y frutos secos. Entre todos ellos, se puede garantizar una ingesta adecuada de fibra soluble (gomas, mucílagos y pectinas) y antioxidantes (vitaminas A, C, E, polifenoles y flavonoides).
  • Realizar ejercicio físico moderado con regularidad.

Respecto a la prevención del riesgo cardiovascular mediante la promoción de hábitos de vida saludables, la Fundación Española del Corazón propone estas recomendaciones.

Tratamiento farmacoilógico

El tratamiento de las enfermedades cardiovasculares es complejo puesto que, en muchas ocasiones, coexisten varias de ellas en un mismo paciente. Por eso, es nuestro deber recomendar que el tratamiento y control de todas ellas esté, exclusivamente, bajo la supervisión de un profesional de la salud especialista.
Insistimos, además, en que, debido a sus causas multifactoriales, los tratamientos tienden a ser personalizados, por lo que es posible que las mismas condiciones, en pacientes distintos, sean tratados con diferentes fármacos. Algunos fármacos pueden tener efectos terapéuticos beneficiosos en más de una de estas condiciones.
En el caso de la hipertensión, Según la Guía Europea para el control de la Hipertensión revisada el pasado año, sólo hay cinco grupos de fármacos válidos para el inicio y/o mantenimiento del tratamiento:

  • Diuréticos (tiazidas, clortalidona, indapamida)
  • Betabloqueantes
  • Antagonistas del calcio
  • Inhibidores de la ECA (enzima convertidora de angiotensina)
  • ARA II

De todos ellos, los betabloqueantes siguen siendo los fármacos de primera línea, aunque los beneficios del tratamiento dependen de su eficacia como reductor de la presión arterial.
En general, la combinación de dos fármacos antihipertensivos es más efectiva y mejor tolerada que el incremento de la dosis de uno sólo de ellos.
Si te interesa mucho este tema o bien quieres profundizar o actualizarte en alguno de los aspectos relativos al tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, te recomiendo que empieces por aquí, ESC Congress 2014.

 

REFERENCIAS:

  • Prevención Cardiovascular en Atención Primaria. Grupo de expertos del PAPPS. Aten. Primaria 2001, Vol.28, Supl. 2. Noviembre.
  • 2013 ESH/ESC Guidelines for the management of arterial hypertension. Journal of Hypertension. Vol. 31, No. 7. July 2013. Accessible online: www.jhypertension.com
  • Tratado de Nutrición.Gil, A. (2005).Madrid: Acción Médica.
  • Nutrición y dietética clínica. Salas-Salvadó, J. i altres (2000).  Barcelona: Doyma.

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